No te critican las piedras,
ni un volcán,
ni la lluvia.
Ni te critica el mar azul,
ni los frutos de los árboles.
No te critican las nubes...
Ni los girasoles.
¿Y te vas a preocupar por lo que
puedan decir dos o tres personas?
Recuerda: no te critican los ríos,
ni las estrellas del cielo,
ni la violeta que da su aroma
entre el polvo del camino.
Si una cosa ha de preocuparte
es tu propia opinión:
saber quién eres,
a dónde vas...
No te critican los grillos,
ni las montañas nevadas,
ni el aire que respiramos.
Recuerda:
no te critica la vida.
UN ANTES Y UN DESPUÉS DE LA DANA DE VALENCIA
-
Pilar Alberdi
Esto es lo que nos ha dejado la tragedia de las inundaciones: la realidad
de un pueblo ejemplar, modélico junto a un suceso instruct...
Hace 4 semanas
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