No te critican las piedras,
ni un volcán,
ni la lluvia.
Ni te critica el mar azul,
ni los frutos de los árboles.
No te critican las nubes...
Ni los girasoles.
¿Y te vas a preocupar por lo que
puedan decir dos o tres personas?
Recuerda: no te critican los ríos,
ni las estrellas del cielo,
ni la violeta que da su aroma
entre el polvo del camino.
Si una cosa ha de preocuparte
es tu propia opinión:
saber quién eres,
a dónde vas...
No te critican los grillos,
ni las montañas nevadas,
ni el aire que respiramos.
Recuerda:
no te critica la vida.
EL HOMBRE INSIGNIFICANTE
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Muy agradecida a los compañeros de *Caracas Crítica* por la publicación de
EL HOMBRE INSIGNIFICANTE. Podéis acceder a la revista y a este artículo...
Hace 1 semana
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